domingo, 8 de noviembre de 2009

La visita (versión 50)


Una lluvia fina heló la esperanza de quienes deseaban un baño en la playa esa mañana. Media hora más tarde, con pocas ganas, salían del coche para visitar una bodega. Aquella visita cambio sus vidas… narraba Don Facundo. Ahí conocieron las dos cosas más bellas de la vida, un vino de agradable sabor y dulce aroma, y, a princesa… así le decían. Ella les daba a probar los más selectos vinos mientras recorrían la bodega… los mejores del mundo. --Completó Lucía--.


Dos años después, su abuelo se casó con princesa…


--Abuela… abuela… tú eres princesa. Jajaja… tenía tiempo que no me llamaban así.

--Abuela… abuela…¿Dónde queda la bodega? Ya estamos por llegar –responde— Niños ahora ya saben por que cada año visitamos las bodegas de la región. Nos recuerdan el amor que nos profesamos, y que la vida es como el vino… tiene sabor, aroma y buen tiempo.

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